“It Ends With Us” una adaptación cinematográfica significativa
La noche del estreno de “It Ends With Us” fue una experiencia que no olvidaré. Fui al cine AMC para la función de las 9 PM, y al llegar, me sorprendió ver que las funciones anteriores estaban completamente agotadas. La sala en la que me encontraba también estaba llena, lo cual hablaba del gran interés y expectativa que la película había generado.
Siendo hispanohablante y viviendo en Estados Unidos, quería asegurarme de no perderme ningún detalle de la trama o los diálogos. Por eso, utilicé la aplicación TheaterEars, que recomiendo al 100%. Esta app te permite escuchar la película en tiempo real en tu idioma. Solo necesitas seleccionar el cine, la película y el horario, y al dar play cuando comienza la película, se sincroniza automáticamente incluso si no lo haces desde el primer minuto.
Desde el momento en que comenzó “It Ends With Us,” me sumergí en un mar de emociones que solo un buen drama romántico puede ofrecer. Basada en la aclamada novela de Colleen Hoover, la película prometía ser un viaje conmovedor y, en muchos aspectos, cumplió con esa promesa. Sin embargo, al terminar de verla, me quedé con un deseo latente de profundizar más en ciertos aspectos de la historia.
Lily, interpretada magistralmente, por (Blake Lively) es el centro emocional de la película. Su actuación fue impresionante, transmitiendo con autenticidad el dolor, la esperanza y la resiliencia que son tan fundamentales en su historia. Cada escena con Lily era una montaña rusa de sentimientos, y debo decir que logró hacerme sentir cada uno de ellos.
Alysa, interpretada por Jenny Slate, aunque aparece mínimamente, logra dejar una impresión duradera con su humor y encanto. Su relación con Lily brinda momentos de amistad genuina que enriquecen la narrativa. Me encantó cómo Alysa usa su humor para ofrecer sabiduría, como cuando comenta irónicamente sobre Ryle (Justin Baldoni), y también cómo muestra sensibilidad hacia el bienestar emocional de Lily, priorizando su salud mental y apoyándola en momentos difíciles, cuando esta decide dejar la relación con su hermano.
Un aspecto crucial que la película aborda es la violencia de género, un tema que tiene profundas raíces en la historia de Lily y Atlas. La madre de Atlas murió a manos de su padre abusivo, un trauma que marcó su vida para siempre. Lily, por su parte, también vivió la violencia doméstica de cerca. Aunque su padre nunca la lastimó físicamente, ella fue testigo de innumerables agresiones hacia su madre, lo cual dejó cicatrices emocionales profundas. Estos eventos resuenan en su vida adulta, especialmente cuando se encuentra en una relación complicada con Ryle, quien al principio parece ser el hombre perfecto.
Por otro lado, el personaje de Ryle Kincaid (Justin Baldoni) desde el principio no logró cautivarme. No encontré en él ese carisma que a menudo se busca en un interés amoroso, lo cual puede haber sido intencional dada la complejidad de su personaje. Su presencia en pantalla, aunque bien actuada, dejó un vacío en cuanto a empatía se refiere. A medida que avanza la trama, se revela que Ryle también lucha con sus propios demonios internos, lo que complica su relación con Lily a quien jamás le cuenta su pasado a pesar de que la ama.
Sin embargo, el verdadero corazón de la película para mí fue Atlas. A pesar de su aparición limitada, cada escena con él era un soplo de aire fresco. Su mirada tierna y su carisma natural hicieron que me quedara deseando más. La relación entre Atlas y Lily merecía más desarrollo en pantalla; una escena más íntima o un momento significativo entre ellos podría haber añadido una capa adicional de profundidad que la película, a mi parecer, necesitaba. Atlas representa un amor puro y desinteresado, un refugio seguro en medio del caos emocional de Lily.
La película también toca temas de maltrato doméstico y cómo este comportamiento se perpetúa de generación en generación. Nos invita a reflexionar sobre por qué las mujeres a menudo normalizan el comportamiento tóxico en los hombres y cómo sus allegados deberían apoyarlas en lugar de juzgarlas. Si la película hubiera explorado más profundamente las consecuencias del trauma y las dificultades de dejar una relación abusiva, podría haber tenido un impacto aún más poderoso.
Como adaptación, entiendo que se deben hacer ajustes y cortes, pero siento que este fue un aspecto que hubiera enriquecido la narrativa visual. La historia de amor entre Lily y Atlas es uno de esos amores que trascienden el tiempo y las circunstancias, y verlo reflejado en la película de una manera más detallada habría sido maravilloso. A lo largo de la película, se enfatiza que el amor no siempre es suficiente para superar los desafíos personales y emocionales, un mensaje poderoso y realista que resuena con muchos espectadores.
En resumen, “It Ends With Us” es una película que captura la esencia del libro en su corazón, pero que también deja al espectador deseando más de la historia de amor que es el alma de la novela. Es una película que, sin duda, recomiendo, pero quizás con una advertencia: si buscas una exploración profunda del romance entre Atlas y Lily, es posible que encuentres la novela más satisfactoria. Para conocer más sobre la adaptación, puedes leer la reseña en The Guardian.
Por Loli Carsme