No sé tú, pero yo era de esas personas que pensaba que los audiolibros no eran lo mío. Me costaba imaginarme escuchando una historia sin verla en papel o en pantalla, como si de alguna forma no se sintiera “real”. Pensaba que me distraería, que no me atraparía igual, que no lo disfrutaría.
Hasta que un día, sin muchas expectativas, probé con uno.
Y fue como descubrir otra manera de leer.
Mi primer audiolibro fue “El chico que dibujaba constelaciones” de Alice Kellen. Ya había leído la historia en formato físico, así que me animé a escucharla mientras doblaba ropa. Y fue como si alguien me estuviera contando un secreto. La voz de la narradora le dio una magia nueva, casi íntima. Cerré los ojos unos minutos y, sin querer, me vi completamente dentro de la historia.
Desde entonces, los audiolibros se convirtieron en una extensión de mi día a día. No reemplazan al papel ni al Kindle, pero sí me han permitido leer en momentos donde antes era imposible:
- mientras manejo
- cocinando
- lavando la loza
- caminando
- incluso cuando estoy agotada y solo quiero cerrar los ojos
- Las posibilidades son casi infinitas… xD
Audiolibros no es hacer trampa (es leer de otra forma)
Hay una creencia errónea que dice que si escuchas un libro, no lo estás “leyendo”. Pero leer no es solo decodificar letras, es conectarte con una historia, vivirla, sentirla, reflexionar sobre ella. Y eso también lo hacen los audiolibros.
De hecho, muchas veces la narración potencia la experiencia. He llorado con voces rotas, reído con narradores que hacen cada personaje con una entonación distinta, y sentido escalofríos cuando la emoción se escapa entre palabras.
¿Qué tipo de libros funcionan bien en audiolibro?
Con el tiempo, descubrí que algunos géneros brillan especialmente en este formato.
Mis favoritos para escuchar son:
🎧 Romance contemporáneo (con voces cálidas que te envuelven)
🎧 Misterio y thriller (porque mantienen tu atención a tope)
🎧 Desarrollo personal (como si alguien te diera una charla personalizada)
🎧 Ficción ligera o juvenil (fáciles de seguir, perfectas para multitasking)
Un ejemplo reciente que me encantó fue “Lo que queda entre nosotros” de Marc Klein. La historia ya es bonita en sí misma, pero escucharla me hizo sentir todo aún más intensamente.
Tips si estás empezando con audiolibros
Si te pica la curiosidad pero no sabes por dónde comenzar, aquí van algunos consejos que me sirvieron muchísimo:
- Elige una historia que ya conozcas.
Eso te dará confianza y te permitirá enfocarte en la experiencia auditiva sin preocuparte por seguir el hilo. - Busca una voz narradora que te guste.
Esto es clave. Hay narraciones que te atrapan y otras que simplemente no conectan contigo. Escucha muestras antes de decidir. - Ajusta la velocidad.
Yo suelo escuchar a 1.25x o incluso 1.5x si el narrador es muy lento. Encuentra tu ritmo. - Comienza con sesiones cortas.
No tienes que escuchar dos horas seguidas. Empieza con 15 o 20 minutos mientras haces algo simple (como tender la cama o tomar café). - Dale una segunda oportunidad.
Si tu primer audiolibro no fue lo que esperabas, no te rindas. A veces es cuestión de encontrar el género o narrador adecuado.
Cómo los audiolibros cambiaron mi rutina
Hoy en día, tengo una pequeña colección en Audible y Spotify, y también exploro otras apps gratuitas. Gracias a los audiolibros, siento que mis días son más productivos y mis momentos rutinarios tienen algo especial.
Y hay algo mágico en estar fregando platos mientras una historia de amor o de suspenso se desarrolla en tu oído, ¿no crees?
Además, son ideales cuando estás en una etapa de poco tiempo libre, o cuando tus ojos están cansados de tanta pantalla. Son un respiro, una compañía, una forma de reconectar contigo a través de una historia.
Si nunca has probado los audiolibros, te animo a que lo intentes. Puede que te enamores del formato como yo, o puede que simplemente no sea tu estilo. Pero te aseguro que hay algo especial en escuchar una historia con auriculares, como si fuera solo para ti.
Y tú, ¿ya le diste play a una historia hoy?
Loli M.